Loli venía de estar en relaciones más que free: una con el tipo con novia, y otra con el tipo que se había peleado con la novia, pero que luego se arregló. O sea, ellos estaban en pareja y ella despareja entre los dos. Sexo con los dos, uno mejor que el otro.
“Uno sobretodo”, dice recurriendo a su memoria emotiva. El muchachote según ella tenía un doctorado en hacer gozar a una mujer, con técnicas de sexo oral, propias o adquiridas vaya a saber dónde, que incluía hacerse buches con infusión tibia antes de. (Y bue, habrá que sugerirlo para la próxima, chicas)
Por supuesto que Loli no superó el fantasma con estos dos, sino con un tercero, que llegó a su vida y de golpe se transformó en el novio formal. Un hombre libre y con ganas de formalizar.
La semana pasada nos reunimos las cuatro, necesitábamos urgente la charla de peluquería que hacía tanto que no teníamos. Y además queríamos saber todo de la nueva relación de nuestra amiga. Detalles, detalles, detalles.
Quedamos en reunirnos en un restó que Mona y yo conocíamos, pero nunca podíamos reincidir, un vegetariano que nos encanta, Artemisa. Adoro su limonada. Y caigo sin ofrecer resistencia con sus panes caseritos calientes.
Loli hablaba y hablaba de su actual con mucha felicidad. Se le notaba el enamoramiento. Está muy bien, incluso en un momento lanzó tan imprevistamente la palabra "casamiento", que todas dijimos, ¿queeeé? Sin embargo lo que nos sorprendíó más fue su posterior confesión.
-Si, chicas todo bien, todo lindo, pero el otro día me acordé del súper latin lover y lo mensajeé de nuevo- soltó Loli con su carita bañada de vergüenza.
-¿Vas a engañar a tu novio, estás loca?- la retó Violeta.
-No, ni loca, pero me dio nostalgia del sexo con él, y le puse, “me arruinaste mi vida sexual”.
-¡Yegua! No podés ponerle eso- saltó Mona- ¿Con tu chico no te llevás bien en la cama?
-Sí, todo bien, pero es que… con esa dotada machine sex era... ¡espeeectaaaacuuuular!
-Era un “geshio” entonces… En eso le doy la razón, porque no es lo mismo con todos, hay algunos que dejan marcas…-concluí con un gran suspiro.
-Sí, moretones…-remató Mona.
-No, marcas que no se borran con el tiempo, bruta. Con mi segunda pareja fue genial, con ninguno como él, a veces extraño esa unión erótica y mística al mismo tiempo, y mirá que tuve muchos antes…
- Y después…- dijeron riéndose todas.
“Uno sobretodo”, dice recurriendo a su memoria emotiva. El muchachote según ella tenía un doctorado en hacer gozar a una mujer, con técnicas de sexo oral, propias o adquiridas vaya a saber dónde, que incluía hacerse buches con infusión tibia antes de. (Y bue, habrá que sugerirlo para la próxima, chicas)
Por supuesto que Loli no superó el fantasma con estos dos, sino con un tercero, que llegó a su vida y de golpe se transformó en el novio formal. Un hombre libre y con ganas de formalizar.
La semana pasada nos reunimos las cuatro, necesitábamos urgente la charla de peluquería que hacía tanto que no teníamos. Y además queríamos saber todo de la nueva relación de nuestra amiga. Detalles, detalles, detalles.
Quedamos en reunirnos en un restó que Mona y yo conocíamos, pero nunca podíamos reincidir, un vegetariano que nos encanta, Artemisa. Adoro su limonada. Y caigo sin ofrecer resistencia con sus panes caseritos calientes.
Loli hablaba y hablaba de su actual con mucha felicidad. Se le notaba el enamoramiento. Está muy bien, incluso en un momento lanzó tan imprevistamente la palabra "casamiento", que todas dijimos, ¿queeeé? Sin embargo lo que nos sorprendíó más fue su posterior confesión.
-Si, chicas todo bien, todo lindo, pero el otro día me acordé del súper latin lover y lo mensajeé de nuevo- soltó Loli con su carita bañada de vergüenza.
-¿Vas a engañar a tu novio, estás loca?- la retó Violeta.
-No, ni loca, pero me dio nostalgia del sexo con él, y le puse, “me arruinaste mi vida sexual”.
-¡Yegua! No podés ponerle eso- saltó Mona- ¿Con tu chico no te llevás bien en la cama?
-Sí, todo bien, pero es que… con esa dotada machine sex era... ¡espeeectaaaacuuuular!
-Era un “geshio” entonces… En eso le doy la razón, porque no es lo mismo con todos, hay algunos que dejan marcas…-concluí con un gran suspiro.
-Sí, moretones…-remató Mona.
-No, marcas que no se borran con el tiempo, bruta. Con mi segunda pareja fue genial, con ninguno como él, a veces extraño esa unión erótica y mística al mismo tiempo, y mirá que tuve muchos antes…
- Y después…- dijeron riéndose todas.