Quizás la primera gran desilusión que sufrimos es la de saber que los reyes son los padres. Y nosotros pequeños mortales que creíamos en esos camellos cargados de juguetes, así de pronto con esa frase pequeña, pero que golpeaba como un látigo en nuestras ilusiones, nos dábamos cuenta de que ya nos habían mentido... quién sabe como empezó esa trama maquiavélica que nos hacía felices en los primeros años de nuestra vida.
Y si bien la cruel noticia, no nos impedía seguir durante unos añitos más hacer de cuenta que no había pasado nada, los zapatitos se seguían poniendo al lado del arbolito y los regalos seguían llegando... Como la carta no contaba más, algunos no eran los esperados. Como esa guitarra que mi padre dejó una noche al lado de mis zapatillas.Con cada año que pasa,se baja la edad límite para descubrir la triste realidad, creo que a mis 10 años recién me dijeron la noticia. Hoy no superan los 6, los chicos cada vez son más vivos o los padres menos sugestivos y más obvios.
Anoche esperanzada dejé un par de mis mejores zapatos al lado de mi arbolito, pero a la mañana nada, ni siquiera había un desorante para calzado, de novio ni hablar... Entonces me di cuenta que ¡tampoco los reyes son los padres!, porque sino hubiera tenido un regalito al lado de mis zapatos... Si bien es cierto que para eso mi mamá tendría que haber viajado 17 km. para dejarlo, tendría que haber entrado con una ganzúa porque no tiene llave de mi departamento, y tendría que haberse ido inmediatamente para su casa para no ser descubierta, cosas muy locas si lo pienso bien...
En el fondo, como buena romántica que soy, creo que los reyes deben existir en algún lugar de este universo... el tema es descubrir dónde!!!
2 comentarios:
Yo en ese tema fui muy boludo!, a los 5 años mire a mi viejo y mi vieja y les dije, ey, me estan mientiendo, dos años despues pense que habia estado lento, me dije lo hubiese extendido 5 años mas, la viveza criolla llego tardia!
Es cierto que no sabemos adonde están los Reyes Magos. Ese es un misterio no develado. Pero por lo menos sabemos que Papá Noel está en un palacio de hielo en Finlandia, y como se globalizó, los turistas del mundo entero lo pueden visitar. O sea, es cierto: Papá Noel tampoco son los padres.
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